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La organización conservacionista SEO/BirdLife ha presentado esta mañana un trabajo de tres años que da a conocer la abundancia y distribución de las aves durante la temporada invernal. El atlas presenta datos científicos actualizados sobre 407 especies, recogidos por 2.600 ornitólogos.
El Atlas de las aves en invierno en España (2007-2010) presenta por primera vez a nivel nacional –solo existían precedentes a nivel provincial o de comunidad autónoma– cómo se distribuyen las aves en España durante el invierno. Más de 70.0000 km recorridos, 30.000 horas de muestreo y el trabajo de hasta 2.6000 ornitólogos han sido necesarios para llevar a cabo este estudio científico.
“Algunas especies se comportan de forma diferente en la época reproductora y en la invernal. Aves del centro y norte de Europa vienen a pasar el invierno en la península ibérica, como grullas, gansos, pinzón real, agachadiza común, chocha perdiz, etc. y lo novedoso de este estudio es que por primera vez podemos ver cuál es la distribución de estas especies en esta época”, explica Blas Molina, técnico del área de avifauna de SEO/BirdLife y codirector de la obra.
El estudio confirma además, que la variación espacial en la riqueza de especies se explica en un porcentaje mayor por los usos del suelo que por el clima. “Las zonas con mayor variedad de ambientes son aquellas que más riqueza de especies presentan en invierno”, aseguran los expertos.
El avión roquero
Una de las especies que recoge este atlas es el avión roquero (Ptyonoprogne rupestris), que es un tipo de golondrina que durante la primavera está distribuido por gran parte de la península, sin embargo, los ornitólogos han observado que al llegar el invierno se concentra en la costa mediterránea.
Otra de las observaciones que han llevado a cabo, según apunta Molina, es que diferentes especies que son fundamentalmente migratorias, como el avión común, el águila calzada o el águila culebrera han aumentado su presencia.
“Estas aves son escasas porque sus áreas de invernada se encuentran al sur del Sahara. Por primera vez hemos podido comprobar cuál es su área de distribución en invierno para estas especies. Que hayan aumentado sus registros es un buen termómetro para ver cómo les afectan los cambios que ocurren en estas aves que han de migrar para pasar la época de frío”, subraya.
Una vez que haya pasado el tiempo, y este estudio se repita, se podrá comprobar si estas aves que visitan la península ibérica continúan con esta tendencia y evaluar los diferentes parámetros que han podido afectar a las poblaciones invernantes.